Advent is the season which invites us to wait. But, not knowing what awaits us in the future may lead to fear.
Fear isn’t always bad. Fear after all is a natural emotion; for example, it tells us that if we see an aggressive dog approaching, we should try to avoid it.
But sometimes, fear can become an emotion paralyzes or lead us to make irrational reactions. Fear can make us see monsters and dangers that do not exist.
So, to embrace what the unknown future brings us, remember the words Jesus invited his disciples with: “do not be afraid” (Mt 14:27; 28:10, Mark 5:36, & more).
Advent is an appropriate time to ask God to fill our lives with love – “because perfect love casts out fear ” (1 John 4:18).
And as we move towards the morning, remember the words of the Psalmist: “God is my light and my salvation, whom shall I fear, the Lord is the strength of my life, of whom shall I be afraid ” (Psalm 27:1).
Amen! Adviento es la época que nos invita a esperar. Pero el no saber lo que vendrá en el futuro, puede dar lugar al temor.
Aunque tener miedo es algo natural y es parte del sistema de alarma natural que nos avisa; por ejemplo si vemos a un perro agresivo acercándose a nosotros para que tratemos de evitarlo.
Pero algunas veces el temor se puede convertir en una emoción que paraliza o crea reacciones irracionales. El miedo nos puede hacer ver monstruos y peligros que no existen.
Por eso al esperar lo que el futuro nos traerá recordamos las palabras de Jesús que invitaba a sus discípulos a “no tener miedo” (Mt 14:27; 28:10; Mc 5:36 y muchos otros).
Adviento es un momento apropiado para rogar a Dios que llene nuestras vidas con su amor – “porque el perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4:18).
Y al movernos hacia el mañana, vayamos hacia él diciendo como el salmista: “Dios es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmo 27:1)
¡Amén!