The grace of God be with you. The month of October that soon approaches, in which we remember the Protestant Reformation, is a perfect time to think about the grace of God. Perhaps the first thing to lift up is the importance of God’s grace and mercy. As Psalm 51 says:” According to your great compassion, block out our transgressions.” Second, we must remember that God’s grace is free. We do not deserve it nor can we earn it by our own efforts. But the good news of the gospel is that God accepts us, loves us, forgives us and receives as, exactly as we are, NOT by our merits, for “by grace you have been saved.” So do not do “things” to win the favor of God. But, because God has blessed us with grace and salvation, we find that we are compelled to do works of justice which represent our appreciation of God’s gift of love through Jesus Christ. Amen!
La gracia de Dios esté con ustedes. Al acercarnos al mes de octubre, en el cual se recuerda la reforma protestante, es un momento oportuno para hablar algo de la gracia de Dios. Quizás lo primero que debemos afirmar es que todos/as necesitamos de la gracia y misericordia de Dios. Como el Salmo 51 podemos decir: “Conforme a la multitud de tus piedades, borra nuestras rebeliones.” Segundo, debemos recordar que la gracia de Dios es gratuita. No nos la ganamos, ni la merecemos por nuestros propios esfuerzos. Sino que la buena nueva del evangelio es que Dios nos acepta, ama, perdona y recibe como somos; no por nuestros méritos. “Por gracia sois salvos.” Por eso no hacemos “cosas” para ganar el favor de Dios. Sino porque Dios nos ha bendecido con su gracia y salvación, debemos hacer obras de bien y justicia que representen nuestro agradecimiento al regalo de amor de Dios a través de Jesucristo. ¡Amén!